Los psicogeriatras españoles, especialistas que tratan las enfermedades mentales en los ancianos, han expresado hoy sus recelos hacia la efectividad de los nuevos criterios de diagnóstico precoz del mal de Alzheimer surgidos en 2011.
Esta posición de los psicogeriatras ha sido expuesta hoy públicamente en la primera jornada del décimo sexto Congreso Nacional de Psiquiatría, que se celebra en Bilbao, por el presidente de la Sociedad Española del ramo, Raimundo Mateos.
Mateos, director de la Unidad de Psicogeriatría del Hospital de Santiago de Compostela, ha rechazado, en el debate celebrado hoy sobre esta materia, la utilidad real de los criterios surgidos en 2011 para diagnosticar tempranamente la enfermedad de Alzheimer que pretenden sustituir a los utilizados desde 1984.
Los nuevos criterios de diagnóstico del Alzheimer surgieron en abril de 2011 cuando la prestigiosa revista The Journal of the Alzheimer’s Association los publicó.
La SEPG recuerda que la publicación de dichos criterios ha generado un gran debate, e incluso controversia, entre la comunidad científica y médica sobre su verdadera utilidad y eficacia.
Los nuevos criterios establecen que el Alzheimer podría detectarse antes de que se manifiesten los primeros síntomas mediante procedimientos no clínicos, como el análisis del líquido cefalorraquídeo y biomarcadores de neuroimagen.
De esta forma, defienden los autores de los nuevos criterios, personal del National Institute on Aging y de la Alzheimer’s Association, se podría descubrir anticipadamente qué personas son más proclives a desarrollar el mal mental y quienes menos.
En opinión de los profesionales integrados en la Sociedad Española de Psicogeriatría (SEPG), expresada por su presidente, los nuevos criterios pueden ayudar a diferenciar los diagnósticos de Azlheimer de otras demencias, pero no sirven para un pronóstico clínico, la única manera hasta ahora de hacer un diagnóstico preciso del mal, ha señalado Mateos.
Además, en opinión de los psicogeriatras españoles, los nuevos criterios son «ambiguos», «imprecisos» y «carísimos», con lo cual su utilización a nivel de paciente individual «es casi impensable, a día de hoy».
Por otro lado, según Raimundo Mateos, dichos criterios no proponen ningún tipo de tratamiento por lo que dejan al paciente «a la espera de que se le desencadene una enfermedad que, a lo mejor, no tiene por qué sufrir finalmente».
En opinión del presidente de los pscogeriatras españoles, el diagnóstico del Alzheimer sólo se puede lograr mediante técnicas clínicas y, únicamente, cuando surgen los primeros síntomas de la enfermedad, no antes.
Fuente: abc.es